
FALDAS AL VIENTO - POLLERAS DE LA CANDELARIA
Fotografiarlas fue una danza paralela.
Ellas giraban con sus faldas de encaje y terciopelo,
y yo, de espaldas, en cuclillas,
cargando cinco lentes que me pesaban como una cruz,
metía la cámara a tientas bajo el vuelo de sus polleras.
No había visores abatibles,
solo intuición,
solo el pulso y la fe de que el instante sería mío.
El público me insultaba,
ellas me envolvían con sus faldas como olas,
me pateaban creyendo que yo perseguía su intimidad.
No sabían que buscaba otra cosa:
la geometría del color contra el cielo,
la furia del movimiento,
el misterio que se esconde en la frontera entre cuerpo y aire.
Así nacieron estas imágenes:
entre empujones, insultos y tropiezos,
pero también con la certeza de haber atrapado
la vibración sagrada de la Fiesta de la Candelaria,
en el corazón altiplánico del Perú.







